Vamos caminando por la
misma senda
somos compañeros de
antiguas batallas
surcos en el rostro, manos
agrietadas,
heridas del alma, corazas
ajadas.
Nos damos la mano, nos
damos calor,
compartimos mesa, pan duro
y amor.
Hay una tormenta de balas
y gritos
saquean la escasa paz de
nuestro hogar,
ahogamos el miedo por
miedo a sentirlo,
pan dulce, turrones,
mirra, incienso y
pólvora, bajo un mismo
techo, porque es
Navidad.